28 nov 2010

Cómo minimizar el impacto ambiental de tu Navidad, la fiesta más contaminante

¿Qué es tanta lucecita prendida día y noche decorando balcones, fachadas, arbolitos, etc? No, amigos, no. Eso no puede ser. Si por mi fuera, las prohibía por ley u obligaba a sudar las luces. ¿Qué quiero decir con lo de sudar las luces? Pues como los arbolitos de Copenhague o los ya célebres de la Mayol en Barcelona, que se iluminaban ¡a pedales!. Ya es hora de que la gente se entere de lo que cuesta producir electricidad. Y con tanto comer (por cierto, mucho mejor si es comida ecológica), ¡pues a quemar calorías!

Siguiendo con el tema de las luces pero traicionando mis ideas (porque se supone que doy consejos para toda la ciudadanía y no todos son decididos y pragmáticos como yo), por favor, elijan luces de Navidad mínimamente eficientes: LEDs, por ejemplo. Y tengan la decencia de apagarlas por la noche cuando nadie, repito, nadie las ve. Menos tonterías.

Sobre la decoración, les sugiero que le echen un ojo a cómo hacérsela usted mismo con material reciclado. Y también, que descubran las cosas hermosas que se pueden hacer con cítricos secos.Viajes en avión y kilometradas en auto para reencontrarse con la familia, lucecitas por todos lados, envoltorios de todo tipo para los regalos, consumo desenfrenado… la Navidad, en suma. Probablemente las fiestas, las vacaciones, más contaminantes del calendario. En este post les ofrecemos algunos consejos para minimizar nuestro impacto sobre el medio ambiente en estas fechas tan señaladas.

Sí, en Navidad la familia se reúne. Eso es así y eso requiere hacer kilómetros. Pero por lo menos, no obstante, hay que intentar que el reencuentro tenga lugar en la localidad donde haya más familiares, evitando así el máximo de desplazamientos. Es de lógica y, por otra parte, es lo que acostumbra a pasar, pero bueno, ya está dicho.

¿Qué hacer con las ingentes cantidades de papel que usamos para envolver los regalos? La opción más ecológica, dejémonos de historias, es no envolverlos. Otras más light pero más aceptable para la mayoría es la de guardar esos papeles satinados y esas bolsas decorativas para el año que viene. O usar papel de envolver reciclado. ¡O papel de periódico! Seamos honestos, a los críos les da igual, lo que importa es el regalo (aunque no sea comprado). ¿O no? Pues ale.

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